En la ‘hielera:’ Condiciones abusivas para las mujeres y los niños en las celdas de detención migratoria en Estados Unidos

Human Rights Watch

Resumen ejecutivo

Las autoridades de inmigración de Estados Unidos detienen de manera rutinaria a hombres, mujeres, niños e incluso bebés, en gélidas celdas, a veces durante días, cuando son aprehendidos en la frontera con México y alrededores. Tanto los migrantes como los agentes de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de EE.UU. (Customs and Border Protection o CBP, por sus siglas en inglés) se refieren generalmente a estas celdas como “hieleras”.

Todos los inmigrantes detenidos tienen derecho a ser tratados con dignidad y humanidad, y los niños, independientemente de que viajen solos o con miembros de su familia, tienen derecho a salvaguardas adicionales en virtud de las leyes estadounidenses e internacionales. Este informe examina el cumplimiento por parte de las autoridades estadounidenses de las protecciones específicas que deben otorgarse a los niños, basándose en 110 entrevistas a niños y mujeres detenidas con sus hijos. Como se detalla a continuación, pudimos comprobar que las condiciones en las celdas de detención en la frontera sur a menudo son deficientes y, en varios aspectos críticos, idénticas a las encontradas previamente por los tribunales de EE.UU. y que constituyen una violación de las obligaciones y los compromisos previos de la CBP.

Las mujeres y los niños detenidos a lo largo de la frontera suelen pasar entre una y tres noches, aunque a veces más, en las celdas de detención de la CBP, donde duermen en el suelo, a menudo con sólo una manta de emergencia Mylar para protegerse del frío. A veces, los agentes fronterizos les piden que se quiten y desechen suéteres u otras capas de ropa, supuestamente por razones de seguridad, antes de ingresar en las celdas de detención.

Casi todas las mujeres y niños con quienes hablamos dijeron que no tenían permitido ducharse, a veces durante días, hasta justo antes de trasladarse a centros de detención de más largo plazo. Todos los entrevistados dijeron que no recibieron jabón de manos, pasta de dientes ni cepillos de dientes en estas celdas, lo que significa que durante su estadía no pudieron lavarse las manos con jabón antes y después de comer o después de ir al baño. La mayoría de las mujeres dijeron que los productos de higiene menstrual y pañales estaban disponibles bajo pedido, pero varias nos dijeron que no tenían acceso a estos artículos mientras estuvieron deteidas bajo la custodia de la CBP. Si tenían estos y otros artículos de aseo entre sus pertenencias personales, no les permitían recuperarlos mientras se encontraban en las celdas de detención.

En un típico testimonio, Carolina R., una guatemalteca que pasó cuatro noches en una hielera en Arizona a fines de agosto de 2017, dijo a Human Rights Watch: “Hacía frío, mucho frío. Sólo nos dieron una sábana de aluminio por manta [probablemente una manta de supervivencia Mylar]. No había colchonetas. Simplemente dormíamos en el piso”. Las mujeres y niños detenidos en la celda no pudieron ducharse durante los cuatro días que estuvo allí, afirmó.

Investigaciones de otros grupos también descubrieron que las celdas de detención eran desagradablemente frías. En octubre de 2017, por ejemplo, la Comisión de Mujeres Refugiadas informó que casi todas las aproximadamente 150 mujeres entrevistadas en 2016 y 2017 dijeron que habían permanecido detenidas “durante varios días en gélidas instalaciones de la CBP”.

Mientras que algunos agentes se refieren a las celdas de retención como “hieleras”, los funcionarios de la CBP niegan públicamente que estas celdas de detención sean frías. Human Rights Watch no pudo determinar la temperatura exacta en ninguno de los centros de detención, pero las mujeres y los niños detenidos en las celdas de la CBP y otros centros de detención de inmigrantes informan sistemáticamente que las temperaturas en las celdas son muy bajas.

A menudo no hay colchonetas en las celdas de retención de inmigrantes, aunque es común que las mujeres y los niños pasen al menos una noche en estos centros. Casi todas las mujeres y niños entrevistados por Human Rights Watch pasaron al menos una noche en una celda de la CBP. Otros estudios, incluido uno de la Oficina de Responsabilidad Gubernamental de EE.UU. (GAO), han encontrado consistentemente que dos tercios de los inmigrantes en celdas permanecen allí por lo menos una noche, y decenas de miles pasan 72 horas o más en celdas de detención.

La CBP reconoce que no proporciona rutinariamente colchonetas, pero ha intentado justificar su omisión al afirmar que sus celdas de detención no están diseñadas para que los detenidos pasen allí la noche. Aun así, revisó sus estándares de detención en 2015 para establecer que la retención en celdas de detención “generalmente” no debe durar más de 72 horas.

Las autoridades de inmigración encierran a los hombres adultos, a los adolescentes de ambos sexos y a las madres y niños más pequeños en celdas separadas, lo que significa que, a menudo, separan a las familias cuando son detenidas en celdas de la CBP.

La detención y la separación familiar, incluso durante períodos breves de tiempo, tienen graves consecuencias perjudiciales para el bienestar mental, especialmente para aquellos que ya han sufrido un trauma. La mayoría de las mujeres y niños que entrevistó Human Rights Watch dijeron que habían huido de sus países de origen después de ser víctimas de violencia u otro tipo de acoso, y que muchas habían enfrentado experiencias traumáticas durante su viaje.

De hecho, el tiempo que pasaron en las celdas de detención de la CBP constituyó el período de detención “más difícil y traumático” para las mujeres y los niños detenidos por las autoridades de inmigración de EE.UU., según una evaluación de salud mental de 2015.

Para abordar estas serias preocupaciones, las celdas de detención deberían usarse sólo durante períodos muy cortos de confinamiento. Como asegura la propia CBP, estas instalaciones no están diseñadas para pasar la noche, y un experto en prisiones que examinó estas celdas llegó a la conclusión de que no eran apropiadas para la detención de adultos durante más de 10 horas. Por lo tanto, la custodia en celdas de detención durante la noche debe emplearse sólo cuando no haya alternativa, y nunca para niños. Aquellos que son retenidos durante la noche deben recibir colchonetas y mantas. Las temperaturas en las celdas de detención deberían fijarse a niveles razonables y cómodos. También debería proporcionarse, a aquellas personas que sean retenidas durante la noche, acceso a duchas y a materiales de higiene, como jabón, cepillos de dientes y productos de higiene menstrual.

Las autoridades de inmigración de EE.UU. también deberían evitar separar a las familias después de su aprehensión. En su lugar, deberían identificar e implementar alternativas a la detención que mantengan unidas a las familias.

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