Recomendación general núm. 39 (2022) sobre los derechos de las mujeres y las niñas Indígenas

Comité para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer

El Comité destaca en particular la gravedad de la discriminación y la violencia de género contra las mujeres y las niñas Indígenas con discapacidad que viven en instituciones.

From para 9:

La violencia de género, incluyendo la violencia psicológica, física, sexual, económica, espiritual, política y ambiental, afecta negativamente a la vida de muchas mujeres y niñas Indígenas. Las mujeres Indígenas suelen sufrir violencia en el hogar, en el lugar de trabajo y en las instituciones públicas y educativas; al recibir servicios de salud y como usuarias de los sistemas de bienestar infantil; como líderes en la vida política y comunitaria; como defensoras de los derechos humanos; cuando están privadas de libertad; y cuando están confinadas en instituciones. Las mujeres y las niñas Indígenas corren un riesgo desproporcionado de sufrir violaciones y acoso sexual; asesinatos por razón de género y feminicidios; desapariciones y secuestros; trata de personas; formas contemporáneas de esclavitud; explotación, incluyendo explotación de la prostitución de la mujer; servidumbre sexual ; trabajo forzoso; embarazos forzados; políticas estatales que imponen la anticoncepción forzada y los dispositivos intrauterinos; y trabajo doméstico que no es decente o seguro o no tiene una remuneración adecuada.

From para 12:

El Comité reconoce que las mujeres y las niñas Indígenas han luchado y siguen luchando contra las políticas de asimilación forzosa y otras violaciones de los derechos humanos a gran escala, que en algunos casos pueden equivaler a un genocidio. Algunas de estas políticas de asimilación —en particular el internamiento forzoso en colegios e instituciones y el desplazamiento de los Pueblos Indígenas de sus territorios en nombre del desarrollo— han dado lugar a asesinatos, desapariciones, violencia sexual y abusos psicológicos, y pueden constituir un genocidio cultural. Es fundamental que los Estados partes aborden las consecuencias de las injusticias históricas y proporcionen apoyo y reparaciones a las comunidades afectadas como parte del proceso de garantizar la justicia, la reconciliación y la construcción de sociedades libres de discriminación y violencia de género contra las mujeres y las niñas Indígenas. El Comité destaca, en particular, la necesidad de que los Estados actúen de forma proactiva para proteger los derechos de las mujeres y las niñas Indígenas que viven en entornos urbanos, donde se enfrentan al racismo, la discriminación, las políticas de asimilación y la violencia de género.

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