Todos queremos dar a nuestros hijos lo que necesitan para crecer al máximo de su potencial, y como padres desempeñamos un papel importante en su desarrollo. Pero nuestra crianza se ve afectada por los apoyos y dificultades de nuestra vida, incluyendo las experiencias que causan lo que se conoce como «estrés tóxico». Pero experimentar estrés tóxico no tiene que determinar quién somos o cómo actuamos, y hay cosas que podemos hacer para defendernos a nosotros y a nuestros hijos de los efectos de incluso el estrés más intenso.