La familia es la unidad fundamental de la sociedad y el espacio para el crecimiento, el bienestar y la protección de los niños. Esta realidad, respaldada por años de experiencia e investigación, fue reconocido formalmente a través de muchos instrumentos nacionales e internacionales, incluyendo la Convención Internacional sobre los Derechos del Niño (CRC), que articula los derechos del niño al cuidado de sus padres y al crecer en un entorno familiar. El Convenio también hace hincapié en la responsabilidad de los Estados miembros a apoyar a las familias en este papel fundamental, sobre todo familias cuyas capacidades están limitadas por varios factores, entre otros, la pobreza, enfermedad grave, crisis humanitarias y el medio ambiente, la violencia, la explotación y la exclusión social.

El 20 de noviembre de 2009, después de años de consultas y negociaciones inter-gubernamentales, la Asamblea General de la ONU acogió una resolución sobre las Directrices para el Cuidado Alternative de los Niños a raíz de la conmemoración del 20 aniversario de la Convención de la ONU sobre los Derechos del Niño. Estas directrices proporcionan un marco para orientar a los gobiernos y otras partes interesadas para evitar la separación familiar perjudicial y el uso de mecanismos alternativos inadecuados para el cuidado de los niños admitidos.

Las directrices y otras disposiciones del derecho internacional, así como el creciente cuerpo de investigación, establecen claramente el derecho de los niños a la protección y el cuidado de sus familias. A pesar de esta obligación legal y la evidencia de esta necesidad, es evidente, en muchos países de todo el mundo:

• Que los niños siguen siendo separados innecesariamente de sus familias y se colocan a menudo en condiciones de cuidado alternativo no reglamentado;
• Los informes han demostrado que existen pocos mecanismos para apoyar el cuidado apropiado en las familias más vulnerables y ciertas opciones de inversión a menudo no están en consonancia con las directrices internacionales;
• El acogimiento familiar de los niños pocas veces está disponible como alternativa para los niños y las familias;
• Los servicios sociales que trabajan en la búsqueda de la familia extensa y así asegurar las inversiones seguras para los niños, son escasos;
• Ante la ausencia de servicios de apoyo familiar, acogimiento familiar y una identificación coordinada de la familia extensa, las instituciones no reguladas llevan a los niños - que de otra manera se crió en una familia - para colocarlos lejos de su país de nacimiento a través de la adopción internacional. Esto no sólo pone en duda el futuro de miles de niños, sino que también restringe el crecimiento económico nacional y la política social de un país.